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jueves, 9 de octubre de 2025

La Gran Inundación de Melaza de Boston de 1919

 

La Gran Inundación de Melaza de Boston de 1919: Dulce Desastre de Proporciones Épicas

En un frío día de invierno de 1919, el barrio de North End en Boston fue testigo de uno de los desastres más extraños y sorprendentes de la historia. No fue un terremoto ni un tsunami, sino una ola pegajosa y devastadora de melaza que se cobró vidas y dejó una marca indeleble en la memoria de la ciudad.

El 15 de enero de 1919, en Commercial Street, se erigía un gigantesco tanque de acero de 15 metros de altura y 27 metros de diámetro, propiedad de Purity Distilling Company. Contenía más de 8.7 millones de litros de melaza cruda, que se utilizaba para producir alcohol industrial y, en última instancia, explosivos. A las 12:40 PM, sin previo aviso, el enorme tanque colapsó catastróficamente. Una grieta se formó en la base y, con un estruendo que se oyó a kilómetros, el contenido del tanque se desató. Una ola de melaza de entre 2.5 y 4.5 metros de altura, moviéndose a unos 56 kilómetros por hora, se precipitó por las calles.

La devastación fue instantánea y brutal. La ola aplastó edificios, descarriló un tren, volcó camiones y engulló a todo aquel que se encontraba en su camino. La fuerza de la melaza fue tal que una viga de acero del puente de la vía elevada quedó doblada y los escombros volaron por los aires. Los caballos y sus carros fueron arrastrados, y las personas quedaron atrapadas en el espeso y pegajoso líquido, luchando por respirar o moverse. Veintiún personas murieron, incluyendo niños que jugaban cerca, y unas 150 resultaron heridas. Los equipos de rescate se encontraron con una escena caótica: la melaza, que se había enfriado rápidamente, se hizo aún más densa y difícil de atravesar, complicando las labores de búsqueda de supervivientes y cuerpos.

La limpieza fue una pesadilla que duró semanas, extendiéndose por todo el vecindario. La melaza se adhirió a todo, desde aceras y casas hasta vagones de tren y animales. El agua de mar y la arena se utilizaron para intentar removerla, pero el olor dulzón y empalagoso persistió en el North End durante décadas, especialmente en los días calurosos de verano. Las investigaciones posteriores revelaron que la compañía había construido el tanque con materiales deficientes, fugas constantes y sin las pruebas de estrés adecuadas. La "Gran Inundación de Melaza" llevó a una de las demandas colectivas más largas y complejas de la historia de Massachusetts, que duró seis años y estableció precedentes importantes en el campo de la negligencia corporativa y la ingeniería. Este extraño y trágico evento sirve como un recordatorio sombrío de cómo la codicia y la negligencia pueden convertir una sustancia cotidiana en una fuerza destructiva inimaginable, dejando un legado tanto en la ley como en la memoria olfativa de una ciudad.

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