INGREDIENTES (6 personas)
• 1 lámina de pasta brisa
• 1 cebolla
• 2 cucharadas de mantequilla
• 250 gramos de queso fresco
• 6 tomates Cherry
• albahaca fresca
• 6 huevos
• 400 mililitros de nata líquida
• sal
• pimienta
ELABORACIÓN
• Engrasa un molde de horno redondo y bajo con un poco de mantequilla. Extiende la masa quebrada y colócala encima, de modo que cubra toda la base y bordes del molde. Recorta los bordes sobrantes. Coloca garbanzos sobre la masa para que hagan peso, así se evita que se suba. Hornea la masa (con el horno precalentado) a 200ºC unos 20 minutos. Saca la masa del horno y retira los garbanzos. Reserva la masa quebrada horneada.
• Corta el queso fresco en taquitos. Pela la cebolla y córtala en juliana.
• Pon un poco de aceite en una sartén al fuego y, cuando esté caliente, añade la cebolla y una pizca de sal. Remueve y cocina hasta que empiece a dorarse. A continuación, añade el queso, mezcla todo y apaga el fuego. Reserva.
• Pon en un bol los huevos, una pizca de sal y pimienta y bate todo con las varillas. Incorpora la nata y sigue batiendo. Añade las hojas de albahaca picadas y vuelve a batir. Agrega la mezcla de cebolla y queso y mezcla todo bien.
• Vierte la mezcla en el molde sobre la masa quebrada horneada. Lava los tomates cherry, córtalos por la mitad y repártelos sobre la quiche con la piel hacia abajo.
• Hornea la quiche (con el horno precalentado) a 200ºC unos 20 minutos, hasta que esté cuajada.
• Saca la quiche del horno, desmolda y córtala en porciones. Sirve la quiche de cebolla y queso y decora con hojas de albahaca.
TRUCOS Y CONSEJOS
• Puedes servir la quiche caliente, templada o fría, como más te guste.
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