LAS IDEAS COMPARTIDAS, NO LLEGAN AL OLVIDO

jueves, 24 de noviembre de 2016

Olisquear

El olisqueo puede ser un movimiento rápido hacia abajo, al suelo y arriba otra vez, o puede ser persistente manteniendo el hocico en el suelo durante algún tiempo hasta que la situación conflictiva haya pasado, Como también olisquean para percibir olores, debemos analizar la situación en su conjunto para interpretarla de forma correcta.

Tu perro puede usar esta señal de calma cuando se aproxima otro perro, cuando alguien camina directamente hacia él o cuando ocurre algo nuevo de forma repentina, por ejemplo sí dos perros, de forma inesperada, se encuentran muy próximos. Cuando paseas con tu perro por una acera y alguien se acerca en sentido contrario directamente hacia ti, tal vez con un sombrero muy aparatoso o algún objeto llamativo, tu perro puede ponerse a olisquear.

Cuando llamas a tu perro y estás algo enfadado, te muestras dominante con la voz, o adoptas una disposición frontal con respecto a él, es muy probable que se pare a olisquear en varias ocasiones mientras se dirige en tu dirección. Realmente nosotros no podemos usar esta señal. Personalmente me resulta muy difícil utilizar el olisqueo. Pero se puede hacer algo similar: te sientas, tocas la hierba o haces algo parecido.
Tengo numerosos y maravillosos casos de olisqueo; parece que los perros lo usan con mucha frecuencia cuando se comunican.

Un cliente con un perro muy agresivo vino a visitarme. No se atrevía a dejarle salir del coche pues temía que pudiese atacar a alguno de los perros que estaban en la pista de adiestramiento. Llevé a Vesla conmigo y la dejé suelta en la zona donde estaba el coche aparcado. Pedí a mi cliente que le sacase la correa a su perro y abriese la puerta del coche, para dejar salir a aquel «perro agresivo». Y ahí estaba «el monstruo»: un pequeño perro mestizo, dorado, todo dientes, echando espuma por la boca y ladrando sin parar. Realmente tenía una apariencia fiera. Vesla estaba cerca y cuando King saltó del coche como un cohete, ella simplemente pegó su hocico al suelo y se mantuvo en esa posición. King estaba gruñendo y comportándose como un salvaje y Vesla continuaba olisqueando el suelo, pero de repente cambió de idea, se fue en directo hacia él, hocico con hocico y King comenzó a desinflarse como un globo. Diez minutos más tarde el perro corría feliz con otros siete perros en la pista de trabajo.

Cuando el otro día salí a pasear por el pueblo con Ulla, se nos acercó un hombre con un perro pequeño ladrando en el extremo de la correa. Ulla se acercó al bordillo de la acera, puso el hocico en el suelo y el otro perro continuó su camino, feliz, corriendo al lado de su amo.

Sara, una Doberman, estaba atada a un árbol mientras su amo hacía unas compras. Un hombre se acercó a ella; inmediatamente la perra se giró, le ofreció su costado y comenzó a olisquear el suelo. Ella se sentía molesta con la presencia del extraño acercándosele en aquella situación (estando atada) y trataba de hacérselo entender. El señor no se percataba de la situación, no entendía las señales de calma, tuve que intervenir, lo paré y le expliqué la situación (por ella). Dar un rodeo o caminar haciendo un arco, a cierta distancia de otro perro o de una persona, es una señal de calma. Normalmente los perros no se acercan uno a otro en línea recta. Pueden hacerlo cuando previamente han hecho alguna señal de calma, pero no es de «buena educación» comportarse de ese modo, por lo que la mayoría de los perros lo evitan.

Tu perro puede hacerlo cuando vais caminando por la acera y os encontráis con alguien que se acerca. En las ocasiones en las que los perros se encuentran con algo en su camino y necesitan pasar por allí, emplean esta señal. Cuando caminas con tu perro en la posición de Junto y alguien se acerca en sentido contrario por su lado, entonces tu perro puede intentar cambiarse al otro lado (pasar de tu izquierda a tu derecha). Si otro perro se muestra aprensivo, temeroso o agresivo, tu perro tratará de aproximarse realizando un rodeo mayor para intentar «calmarlo».

Puedes aplicarlo cuando te acercas a un perro temeroso o que se muestra agresivo. También cuando te acercas a un perro que está realizando señales de calma como olisquear, lamerse, girar su cabeza o alguna otra señal. En ocasiones será necesario que realices un rodeo mayor, en otras ocasiones será suficiente con que cambies ligeramente de dirección, caminando en diagonal para pararte a la altura del costado del perro. Observa al perro que te vas a encontrar y ladea tanto como sea necesario para hacer que se sienta cómodo con tu acercamiento.

Por ejemplo: Candy se encontró con un cachorro de Terranova que no estaba familiarizado con otros perros y se mostraba temeroso, asustado ante la presencia de mi perra. Candy de inmediato se puso a caminar alrededor del cachorro dando un gran rodeo, con el hocico en suelo.

Max se encontró otro macho durante el paseo, caminó haciendo un arco para sobrepasar al perro y continuar por su camino.

Connie, una Pointer German Wirehair, estaba con sus dueños en mi casa, y como me habían dicho que la perra tenía miedo a la gente, me acerqué a ella atravesando la habitación, observándola. Cuando se lamió y miró hacia otro lado, girando la cabeza, yo cambié de dirección y miré hacia otro lado (donde no estaba ella) y la sobrepasé, parándome a su espalda, a tan sólo un paso de distancia, pero algo girada. Ella se acercó directamente hacia mí y me tocó.


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