LAS IDEAS COMPARTIDAS, NO LLEGAN AL OLVIDO

miércoles, 20 de octubre de 2010

1º Discurso Ecologico

Introduccion:

Jefe Seattle (1786 - 1866), líder de los Suquamish, tribu asentada en el actual estado de Washington (noroeste de los Estados Unidos y suroeste de Canadá), fue el encargado de negociar en 1854 un tratado con el Gobierno que implicaba el traslado definitivo de la tribu a una lejana reserva. Su alegato, en forma de carta dirigida al Presidente en Washington -recogida el 29 de octubre de 1887 (más de treinta años después) en el Sunday Star de Seattle- es considerado como el primer "manifiesto ecológico" moderno.

Discurso:

El gran Jefe de Washington nos envía un mensaje para hacernos saber que desea comprar nuestra tierra.

También nos manda palabras de hermandad y de buena voluntad. Agradecemos el detalle, pues sabemos que no necesita de nuestra amistad. Pero vamos a considerar su oferta, porque también sabemos de sobra que, de no hacerlo así, quizá el hombre blanco nos arrebate la tierra con sus armas de fuego.

Pero... ¿Quién puede comprar o vender el cielo o el calor de la tierra?. Esa idea es para nosotros extraña.

Ni el frescor del aire, ni el brillo del agua son nuestros. ¿Cómo podría alguien comprarlos?. Aún así, trataremos de tomar una decisión.

Mis palabras son como las estrellas: eternas, nunca se extinguen. Tenéis que saber que cada trozo de esta tierra es sagrada para mi pueblo. Cada aguja de un abeto, cada playa de arena, cada niebla en la profundidad de los bosques, cada claro entre los árboles, cada insecto que zumba es sagrado para el pensar y sentir de mi pueblo. La savia que sube por los árboles es sagrada experiencia y memoria de mi gente. Los muertos de los blancos olvidan la tierra en que nacieron cuando desaparecen para vagar por las estrellas. Los nuestros, en cambio, nunca se alejan de la tierra, pues es la madre de todos nosotros.

Somos una parte de ella, y la flor perfumada, el ciervo, el caballo, el águila majestuosa, son nuestros hermanos. Las escarpadas montañas, los prados húmedos, el cuerpo sudoroso del potro y el hombre..., todos pertenecen a la misma familia.

Continuara........

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