Elige una postura.
Efectúa unas respiraciones algo más profundas y completas de lo habitual y toma consciencia clara de ti mismo/a en los niveles físico, emocional. Constata que te encuentras en un estado tranquilidad, cordialidad y amor suave.
Pasa luego al nivel de la mente y date cuenta de que estás mirando la mente, que está aquí presente tranquila, serena, despierta, pero sin estar pendiente de ningún objeto.
Dedica un tiempo a sentir cómo se produce en ti mismo/a el automatismo natural de la respiración. Toma clara consciencia de ti misma, que estás presente y sintiendo tu propia respiración. Esto intentarlo hasta que notes una verdadera paz, cómo tu consciencia se va ahondando.
Entonces debes mantener esa consciencia de ti mismo/a, sin mirar nada, sintiendo el silencio. Las zonas principales donde se debe sentir este silencio son alrededor de la cabeza, dentro de la cabeza y dentro del pecho.
No se busca nada. Se trata simplemente de que estés presente, sin confundirte con nada, sin apoyarte en nada. En todo caso, "buscar" esa Realidad que intuyes como única. No pierdas la consciencia, manténte muy despierta/o.
Para salir de la práctica hazlo de manera gradual, suavemente y sin brusquedades.
Cuando consigues un grado de meditación y de silencio la recuerdas como la experiencia más satisfactoria que has tenido jamás. Y el eco de esa experiencia se mantiene, aunque luego se disuelve hasta casi perderse, por la dispersión habitual con que vivimos lo exterior. Pero, a base de hacer este trabajo con regularidad, todos los días, se va consiguiendo mantener ese punto de conciencia profunda y de paz a lo largo de todo el día, mientras hay actividad... Mucha luz para todos...
Efectúa unas respiraciones algo más profundas y completas de lo habitual y toma consciencia clara de ti mismo/a en los niveles físico, emocional. Constata que te encuentras en un estado tranquilidad, cordialidad y amor suave.
Pasa luego al nivel de la mente y date cuenta de que estás mirando la mente, que está aquí presente tranquila, serena, despierta, pero sin estar pendiente de ningún objeto.
Dedica un tiempo a sentir cómo se produce en ti mismo/a el automatismo natural de la respiración. Toma clara consciencia de ti misma, que estás presente y sintiendo tu propia respiración. Esto intentarlo hasta que notes una verdadera paz, cómo tu consciencia se va ahondando.
Entonces debes mantener esa consciencia de ti mismo/a, sin mirar nada, sintiendo el silencio. Las zonas principales donde se debe sentir este silencio son alrededor de la cabeza, dentro de la cabeza y dentro del pecho.
No se busca nada. Se trata simplemente de que estés presente, sin confundirte con nada, sin apoyarte en nada. En todo caso, "buscar" esa Realidad que intuyes como única. No pierdas la consciencia, manténte muy despierta/o.
Para salir de la práctica hazlo de manera gradual, suavemente y sin brusquedades.
Cuando consigues un grado de meditación y de silencio la recuerdas como la experiencia más satisfactoria que has tenido jamás. Y el eco de esa experiencia se mantiene, aunque luego se disuelve hasta casi perderse, por la dispersión habitual con que vivimos lo exterior. Pero, a base de hacer este trabajo con regularidad, todos los días, se va consiguiendo mantener ese punto de conciencia profunda y de paz a lo largo de todo el día, mientras hay actividad... Mucha luz para todos...
*•.¸('*•.¸Sabrina Viertz ¸.•*´)¸.•*
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