La respiración es un puente por el que se pasa de un estado consciente y voluntario a un estado de relajación trascendente e involuntario.
Concentrarse en la respiración es un instrumento ideal para bloquear los pensamientos extraños, tranquilizar y poner la mente en blanco, y reemplazar el desorden mental por un único objeto de contemplación.
Cuando esté relajado, cierre los ojos y empiece a concentrarse en el ritmo y la calidad de su respiración.
Cuando esté relajado, cierre los ojos y empiece a concentrarse en el ritmo y la calidad de su respiración.
La respiración no debe ser forzada, pero sí un poco más lenta y superficial que lo normal.
Sienta cómo su estomago sube y baja suavemente cada vez que respire.
Durante un rato piense "adentro" mientras el aire entra por la nariz, y "afuera" cuando suelte el aire por la nariz o por la boca.
Luego empiece a contar cada inspiración, repitiendo la palabra "uno" o contando de uno a diez.
Concéntrese en la respiración, déjese hipnotizar por ella: excluye todos los pensamientos de su mente.
Concéntrese en la respiración, déjese hipnotizar por ella: excluye todos los pensamientos de su mente.
Si cuenta mientras respira, visualice los números cada vez que inspire... Mucha luz para todos.
*•.¸('*•.¸Sabrina Viertz ¸.•*´)¸.•*
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