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sábado, 15 de febrero de 2014

A que edad comenzar con el adiestramiento

Vamos a analizar ahora uno de los peores errores que se cometen en la crianza de un cachorro.

Antiguamente, la tendencia era adiestrar a los perros en edad juvenil, es decir entre los siete u ocho meses. Es así que todavía se sigue creyendo que antes de esa edad el cachorro no debe ser educado.

Es muy común escuchar decir a los propietarios de un cachorro " ahora lo dejo que haga lo que quiera, cuando llegue la edad de adiestrarlo se transformará en un perro educado... ".


Seguir pensando de esta manera sería como si pretendiéramos no educar a nuestros hijos hasta que llegaran a la adolescencia, dejándolos actuar a su antojo y pretendiendo que toda su educación comience en la universidad.

Los animales sociales como los lobos, comienzan su educación a muy temprana edad en su estado natural. Por supuesto que no se va a enseñar a atacar a un cachorro de tres meses de edad, pero las pautas de conducta, la jerarquización, las normas básicas de organización en grupo, les son impuestas mediante juegos y mediante límites en sus primeras incursiones dentro de la manada.

Lo mismo ocurre con el perro doméstico, su madre comienza a enseñarle reglas básicas desde muy pequeño, solo que nosotros muy rara vez lo notamos.

Se quiera o no, el cachorro está aprendiendo aún cuando no le estamos impartiendo una educación programada. Vamos a poner un ejemplo:

Uno de los gestos caninos de invitación al juego es el manotazo. Se trata de un gesto similar al zarpazo felino, sólo que en el caso de los caninos, cuyas manos no poseen garras, este es un gesto de amistad, de incitación al juego.

Cuando un cachorro salta sobre su amo, lo hace en principio buscando su rostro con la intención de pedir comida. Esto es así debido a que los adultos transportan el alimento para los cachorros en sus estómagos, el que luego regurgitan cuando los cachorros lamer sus fauces. Entonces cuando el cachorro se abalanza sobre el amo lo hace con la intención de lamer su rostro repitiendo esa conducta estereotipada infantil de requerir a alimentos a un adulto.

La persona reacciona tratando de apartarlo con sus manos, lo empuja, lo manotea, pero para el lenguaje canino el manotazo es una invitación al juego, con lo cual lejos de abandonar su actitud el cachorro es incitado a continuar saltando sobre el propietario.

Esto que acabamos de mencionar no es ni más ni menos que un acto de educación. El amo le está enseñando al cachorro a que se abalancé sobre el cada vez que se presente. Lo cual no resulta nada cómodo ni divertido cuando se está cambiado de ropa para ir a una fiesta.

Como podemos observar es imposible que el cachorro no aprenda cosas, ya que se encuentra en una edad para aprender. Pero si no le damos una educación debidamente programada, lo que aprenderá serán solamente vicios.

Llegada la edad de en que supuestamente debería ingresárselo a un programa de adiestramiento convencional, que según esta antigua teoría será a los siete u ocho meses de vida, el cachorro habrá aprendido tantos malos hábitos que casi el 100% del esfuerzo en su adiestramiento serán consumidos sólo para corregir lo que se haya mal enseñado durante la infancia.

Recuerda que es mejor prevenir que lamentar ya que lo que se ha aprendido en la primera infancia quedará tan irmemente grabado que su corrección nunca será 100% satisfactoria.

Incluso en la obediencia básica he tenido la oportunidad de adiestrar cachorritos de 3 meses de edad, son excelentes alumnos y responden muy bien a las técnicas motivacionales. Nunca dejes la educación de tu cachorro para después.

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